martes, 30 de diciembre de 2008

El Gran Dictador


El Gran Dictador

-Iván Choto-



Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos. Pensamos demasiado y sentimos poco. Más que maquinaria necesitamos bondad y ternura… ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!».
-El barbero judío- Charles Chaplin.


A veces no quisiera pensar, no quisiera sentir, ni siquiera hablar… Quisiera que se filtrase en mi conciencia sensible el terrible olvido, pero no… no me es posible envolverme como Perseo en un yelmo de niebla para perseguir monstruos, sino es, que al contrario, me es necesario el yelmo para escamotearme el acoso de los monstruos contra mí.
Es inevitablemente necesario que permanezca despierto y no volver 20 años después de las regiones de Morfeo a encontrarme con que tenemos un aleve tirano que nos gobierna y nos sea imposible, como a veces lo parece en nuestro país, desarraigarnos los males que propicia las ambiciones humanas.
… Nuestra sabiduría nos ha hecho cínicos, nuestra inteligencia nos ha hecho duros y malos. Pensamos demasiado y sentimos poco. Más que maquinaria necesitamos bondad y ternura… ¡Soldados, en nombre de la democracia, unámonos!».

Ayer fue que arribamos a 12 años de nuestra “Paz firme y duradera”. Se me agolparon en la memoria imágenes y vivencias de todas partes, de la Guatemala rural en la que viví y sentí la guerra.
Imaginé los rincones paupérrimos de las regiones del altiplano sur: Sololá, San Antonio y Santa Catarina Palopó; viniendo de esos pueblos en los que son vecinos T’ zutuhiles y Cachiqueles repasar los caminos también de los quiches por Chichicastenango y sus aldeas como la de Chupol encendida en llamas y opacada en tristezas.

Yo volví a la ciudad aquel 29 de diciembre de 1996, traía en mis deseos recónditas esperanzas de encontrarme a más de un amigo que se fue a la montaña. Recorrí en la plaza entre la multitud, los rostros de las gentes, mientras los señores de la guerra de diferentes lados se daban un abrazo y una sonrisa, muchos como yo, pensábamos en los que ya no teníamos, los que se habían perdido, los que nunca volvieron… he vuelto a sentir el final de la guerra, no importa si gané, no importa si perdí… ha terminado.
A pasado la guerra, doce años después las proyecciones de todo se circunscriben a la medida aritmética (la suma de lo que no se ha hecho, lo que ha de restarse de mérito a lo escasamente hecho, multiplicación de objeciones a los razonamientos ideológicos, división de propósitos según los intereses de lo que cada quien representa. El conjunto social continua en pos de disminuir sus grados de insatisfacción subjetiva. Sin embargo, ayer fueron 12 años que cesó el fuego…

« ¿Me escuchas Hannah? Donde quiera que estés, ¡mira hacia a lo alto, Hannah!».


Aunque El gran dictador es una sátira del fascismo, y en particular Adolf Hitler y su Nacionalsocialismo, esta comedia de Sir Charles Spencer Chaplin, su primer cine sonoro, con diálogos, -que data de 1940- es también adecuada para el análisis del contexto social y político de la actualidad.


"Lo siento, pero no quiero ser emperador. No es lo mío. No quiero gobernar o conquistar a nadie. Me gustaría ayudar a todo el mundo --si fuera posible--: a judíos, gentiles, negros, blancos. Todos nosotros queremos ayudarnos mutuamente. Los seres humanos somos así. Queremos vivir para la felicidad y no para la miseria ajena. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay sitio para todos. Y la buena tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos perdido el camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha llevado al paso de la oca a la miseria y a la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y cortesía. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá. El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo: \"No desesperéis\". La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la amargura de los hombres, que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres mueren, la libertad no perecerá jamás. ¡ Soldados! ¡ No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas; decidles lo que hay que hacer, lo que hay que pensar y lo que hay que sentir ! Que os obligan a hacer la instrucción, que os tienen a media ración, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón. ¡ No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina ! ¡ Vosotros no sois máquinas ! ¡ Sois hombres ! ¡ Con el amor de la humanidad en vuestros corazones ! ¡ No odiéis ! ¡ Sólo aquellos que no son amados odian, los que no son amados y los desnaturalizados ! ¡ Soldados ! ¡ No luchéis por la esclavitud ! ¡ Luchad por la libertad ! En el capítulo diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de Dios se halla dentro del hombre, ¡ no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres ! ¡ En vosotros ! Vosotros, el pueblo tenéis el poder, el poder de crear máquinas. ¡ El poder de crear felicidad ! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos. Lucharemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la posibilidad de trabajar, que dará a la juventud un futuro y a los ancianos seguridad. Prometiéndoos todo esto, las bestias han subido al poder. ¡ Pero mienten ! No han cumplido esa promesa. ¡ No la cumplirán ! Los dictadores se dan libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos para liberar el mundo, para terminar con las barreras nacionales, para terminar con la codicia, con el odio y con la intolerancia. Luchemos por un mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia y el progreso lleven la felicidad a todos nosotros. ¡ Soldados, en nombre de la democracia, unámonos ! Hannah, ¿puedes oírme? ¡ Dondequiera que estés, alza los ojos! ¡ Mira, Hannah! ¡ Las nubes están desapareciendo! ¡ El sol se está abriendo paso a través de ellas! ¡ Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz! ¡ Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡ Mira, Hannah! ¡ Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡ Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡ Alza los ojos, Hannah! ¡ Alza los ojos!".

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