¡QUE LINDO SER PRESIDENTE!
Humberto Porta Mencos
Nací en un pueblo ignorado, de altas montañas rodeado y de poético ambiente
Más como era un hombre apartado me creían un demente;
Pero ese tiempo pasó, y hoy les cuento a mis lectores,
que mas tarde tuve yo sinceros admiradores.
Y tanto sonó mi nombre en la república entera, que no se quedó un sólo hombre
Que a verme a mi pueblo fuera.
Unos para criticarme, otros iban a elogiarme de simpática manera.
Con la fama que me dieron, candidato ellos me hicieron, ¡pero para presidente!
Y sin tener contrincante tan pronto salí triunfante que no lo creí decente.
Pero al fin a lo hecho pecho, y yo entré con pie derecho a ser jefe del Estado,
¡OH , que grandes ovaciones de taimados y sacones y tanto tipo arrastrado.
¡Que lindo ser presidente, como se apiña la gente
Cuando uno suele pasar le tocan la granadera,
Como a la misma bandera todos le hacen el saludo
Y una banda con escudo se suele al pecho llevar.
Lucí condecoraciones, espadines y espadones, carros tuve regalados
A los últimos blindados y quetzales a montones.
El ministro en general se paseaba todo el mes, discutiendo cosas vanas
Tan peregrinas y necias, cual prohibirle a las iglesias que tocaran las campanas.
Parientes me aparecieron, no sé de donde salieron
Unos sobrinos desnudos, enanos y cabezudos.
Desde unos primos mellizos hasta unos tíos postizos
Pero un día de repente ¡PLUM! me dieron el cuartelazo,
Y yo comentando el caso me quedé entupidamente
¡Que lindo ser presidente!
lunes, 24 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario